Este momento tenía que llegar
algún día, el momento de la despedida.
Ya no seguiré con el blog, no tengo
las fuerzas para mantenerlo, ni siquiera las ganas y el interés. Si, todo
interés se ha perdido, o mejor dicho fue remplazado por cosas que llenan de
gozo mi alma. Debía notificar las actualizaciones de estos últimos 4 meses,
pero ni ganas tengo, y eso que había una tonelada por actualizar. Quiero
dejarlo así.
Este lugar me dio el lujo de
imaginar y soñar, de expandirme, de llevar mi curiosidad a límites
insospechados por mi mismo. En ese punto cumplí perfectamente. Me quedo con
muchas cosas buenas, muchos recuerdos y amistades.
Desde su inicio hasta mediados
de éste año, el mantenimiento del blog siempre fue sumamente costoso, pero me
sobraban las fuerzas y aprovechaba el tiempo al máximo. Hoy no puedo decir lo
mismo, hace meses que el blog es más una carga que un pasatiempo.
Perdonen por la desprolijidad
en mi escritura, hasta cuesta expresarme y elegir las palabras indicadas. Solo
quiero despedirme lo más bien.
En estos meses he conocido
gente maravillosa y he pasado por situaciones que me han replanteado mi modo
ver las cosas. Quiero estar al lado de esas personas y explorar los nuevos
caminos que se abren en mi vida. Por eso, para que este sitio no sea abandonado
injustamente y debido a los buenos momentos que me hizo pasar, me despido
solemnemente.
A los lectores, la gente que
conocí y la que me ha acompañado en estos años, tienen mi eterna gratitud. Sin
ellos este sitio no hubiera durado mucho.
Gracias a todos y Adiós.